Las mujeres, que leen, son peligrosas.
Relegadas tradicionalmente a un papel
secundario y a menudo pasivo en la sociedad, las mujeres encontraron muy pronto
en la lectura una manera de romper las estrecheces de su mundo. La puerta
abierta al conocimiento, la imaginación, el acceso a otro mundo, un mundo de
libertad e independencia, les ha permitido desarrollarse y adoptar, poco a
poco, nuevos roles en la sociedad. A través de un recorrido por las numerosas
obras de arte que reflejan la estrecha relación entre libros y mujeres, Stefan
Bollmann rinde un sentido homenaje a las mujeres y confirma el excepcional
poder que confiere la lectura.
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